29/11/2019PIGAFETTA, 29-11-1519

(...) y, así, navegose con rumbo Sur-Suroeste hasta una tierra que se llama la Tierra del Verzin, en los 23 grados y medio del Polo Antártico, que es tierra del Cabo de San Agustín, que está en los 8 grados del mismo Polo; donde hicimos gran acopio de gallinas, patatas, piñas muy dulces -fruto verdaderamente el más gentil que haya-, carne de ánade como vaca, caña de azúcar y otras infinitas cosas, que dejo para no resultar prolijo. Por un anzuelo de pesca o un cuchillo daban cinco o seis gallinas; por un peine, un par de ánsares; por un espejo o unas tijeras, tanto pescado, que para diez hombres bastara; por un cencerro o una correa, un saco de patatas. Cuyas patatas saben, al comerlas, a castañas, y son largas como nabos. Y por un "rey de oros", que es una carta de la baraja, diéronme seis gallinas, con el temor, aún, de haberme engañado.